Bombona era una sola ascienda tal vez la más grande del
municipio de Consacá, perteneciente a la señora Enrriqueta Guerrero. Se dice
que la mas grande por sus límites, pues eran los siguientes: en el
occidente con el rió Guaitara, en el
oriente con las faldas del volcán galeras, en el norte con el rió Azufral y en
el sur con el rió Cariaco, conformando una sola
ascienda llamada “ ascienda san Antonio de Bombona.
En la época de la señora Enrriqueta Guerrero predominaba la
esclavitud, por decirlo así de alguna manera. Porque a los habitantes del
entonces corregimiento de Bombona se les
daba en arriendo una pedazo de tierra para que trabajen y descontaban dos días
por semana además no podían ir a trabajar a otro lugar porque los despedían.
Estas personas eran muy humildes. Vivían en chozas de paja y andaban descalzos
todo el tiempo. Cuando se encontraban a los dueños de la ascienda tenían que
agachar la cabeza y hacerle la venia.
Un día el señor Guido Taborda viajaba para Consacá y en la carretera se encontró una familia desplazada, el jefe
de la familia se llamaba Jorge Chacua estaba con su señora y sus hijos él les
pregunto que para donde iban a lo cual el señor Jorge le contó que lo habían echado de la ascienda sin
consideración de un manera humillante. Pues los mayordomos eran los que esclavizaban los peones
de ese tiempo aprovechándose de la autoridad que les daban los dueños.
De ver esta situación el señor Guido Taborda que era abogado le dijo al señor por qué no hacían un sindicato de trabajadores.
esta propuesta tubo buena acogida por la gente y conformaron un grupo de
personas para ir a la ciudad de pasto a
la empresa que en ese tiempo se llamaba INCORA o “Instituto Colombiano de la Reforma Agraria” ahora conocido como
INCODER.
Este los apoyo y propuso la compra de la mitad de la hacienda, a lo cual la dueña decidió
venderles. Ya compradas estas tierras el incora comienza a parcelar a la gente
humilde. Se construyeron casas a las
cuales e añadió un pedazo de pancojer ósea que les dio parcela, casa y
pancojer por un bajo precio. Unas ves
construidas el pueblo el incora les
repartió sus respectivas casas e
inmediatamente se fueron a vivir a ellas formando así el pueblo de bombona.